Qué bueno que preguntarse “¿en qué andan las dragas de acá?” sea una llave perfecta para conectar con un abanico de respuestas muy grande. ¡Me gusta que sea así de grande! Hablar del Drag, ese arte tan hermoso que está conquistando el mundo, es hablar de escenas, espacios y comunidades. Nos encontramos con todo eso cuando recorremos el drag de nuestra ciudad. A este siempre lo visitamos en partes, para no volvernos más locas de lo que ya estamos. Sabemos que las dragas andan en la noche de los boliches, en las artes visuales, en las artes escénicas, en el activismo, pero ¿dónde más están? ¿qué otros espacios están copando?
DRAG CLASH viene como anillo al dedo para abrir una página muy importante de la escena drag local: el trabajo audiovisual independiente. ¡Sí, señoras! Tenemos dragas que hacen cine, y ellas son Marianna K, Lady Tai, Debrah, Simona Boss, Vanessa Traviano, Peter Glitter y La Leo. Ellxs forman parte de una house drag única y sin precedentes en su propuesta artística para nuestra provincia y para todo el NOA. Tres de sus integrantes -podríamos decir, las de la línea fundadora- nos dieron el placer de conocerlas un poquito más.
Si querés, te lo resumo
Corría el año 2018. Inspiradas por el fenómeno de RuPaul’s Drag Race, un grupo de amigxs del palo de la Carrera de Cine de la UNT ideó, produjo y lanzó una competencia drag de lipsync. Aquella primera experiencia fue totalmente íntima, cuentan que tuvo lugar en la casa de Lady Tai y se llegaba por invitación. Las ganas de más lxs hicieron repetir, pensándolo como un evento anual. El segundo fue ya en un teatro, en 2019, donde el público elegía a la reina, y la consagrada de la noche fue Debrah. A partir de ese momento diversos organizadores de eventos se hicieron eco de estas competencias. Comenzaron a convocar a sus representantes y agitadoras, y fue así como tuvieron el impulso de armarse con un nombre y se constituyeron como una house.
Pero, de nuevo, las ganas de más: como DRAG CLASH empezaron a producir contenido audiovisual, representando a Tucumán en festivales de cine. En sus cortos Migui, Especial de Navidad y Dramah la fantasía, el delirio y el humor están tan al frente que se vuelven adictivos: vemos desde dragas encarnando el sometimiento y la sed de venganza, hasta otras que se las lleva el diablo para protagonizar un musical drag, pasando por escenarios sombríos, postapocalípticos, navideños, y algunos masomenos cotidianos.
Who’s that Drag?
Sabemos que detrás de cada draga hay unx artista curiosx, deseante, y bien acompañadx. Tanto Bonzo Villegas (Marianna K) como Facundo Cardoso (Lady Tai) son realizadorxs y productorxs audiovisuales formados en la Escuela Universitaria de Cine de la UNT. Juan Aguilar (Debrah), por su parte, es maquillador profesional y encargado de arte para cine y televisión.
Marianna K
“ es un poco oscura, un poco estúpida y su fuerte es la improvisación. Ella agarra lo que puede y se lanza con lo que sale. En el fondo es muy buena mina, y con un perfil marcado de directora.“
Debrah
“Debrah viene de un personaje de una película de terror y comedia. Es una viuda negra, amo ese tipo de personajes. Es una mujer rubia idealizada, pero no tiene un pelo de tarada. También está inspirada en la cultura pop, y en divas de los años ‘40, ‘50, Hollywood, cine clásico.”
Lady Tai
“Mis influencias para Lady Tai vienen del cine, con una estética kawaii, oriental. También tiene rasgos muy del pop latino que me encantan, como Nathy Peluso y Rosalía. El pop nunca deja de ser una referencia, es ese universo del cual hemos mamado mucho, sobre todo el pop de los noventa.”
La identidad de cada una de ellas está muy motivada por la visión audiovisual, “cada vez que nos montamos, no solo pensamos en cómo lucimos, sino en cómo nos veríamos por ejemplo en una producción de foto o video” dice Facu. Además, agrega: “Creo a todxs nos atraviesa el terror y el cine, esas cosas que no las veíamos tal vez tanto en el drag las queríamos empezar a volcar ahí. Eso abrió el espectro a la definición de la estética del resto de los personajes”.
Por fuera de nuestras entrevistadas hay más para deslumbrarse. Está Vanessa Traviano, en cuyos clips se deja ver como una mujer melancólica, glamorosa, y muy noventa. También Simona Boss, la conductora estelar del Especial de Halloween, te atrapa al vuelo con su mirada y su forma de hablar, amigable y misteriosa, una chica vintage, muy pop como sus compañeras, compartida de Tucumán para el mundo por los mismísimos Amistades Peligrosas en las redes, y acuñadora de frases memorables que te resuenan durante días, como “rompedura de género”, entre otras. La Leo, única afabqueen del grupo, es la encargada, podríamos decir, de la sede DRAG CLASH en Buenos Aires. Como si no fuera poco, el plantel se completa con un drag king cuyos ojazos, según se rumorea, serían hipnóticos: el codiciado y bien dotado Peter Glitter.
Luz, cámara, unión
“Algo muy bueno de pertenecer a un grupo es que el poder de decisión se da entre todxs”, apunta Juan. Al escuchar esto se vuelve inevitable situarse imaginariamente en esas mesas de trabajo donde fueron gestadas las obras, cortos, perfos y eventos del grupo. Los primeros elementos saltan a la vista: un labial, una cerveza de litro, una claqueta, una peluca. De fondo, música y carcajadas, nada de silencio. “Todxs lxs que integramos el grupo participamos de la realización de ese contenido, de una forma u otra. Solemos escribir entre todxs, y de ahí en adelante cada unx toma su rol específico dentro del equipo según su interés o su especialidad”, comenta Bonzo.
En la variedad de contenido que el grupo ha ido produciendo se encuentra el podcast Peliculiadas, el Especial de Halloween -que ofrecen un formato más versátil, no necesariamente cinematográfico- y el canal de YouTube DragClashTV en el que se pueden ver -casi- todas sus creaciones. “DRAG CLASH suele ser más descontracturado, espontaneo y hacemos entre nosotras todo el trabajo. Si bien Especial de Navidad y Migui fueron nuestras producciones más importantes, en el sentido de haber grabado con cámaras de cine y un equipo numeroso de gente, todo lo demás es muy autogestionado” comenta Facu. Sin embargo, remarca Juan, que “al no ser el drag nuestro trabajo principal, también se va acomodando a nuestros tiempos personales”, dando pie a reflexionar en torno a la idea de house y a su dinámica a la hora de crear y también de sostenerse en el tiempo.
Nos detenemos en esa idea de compartir, porque nos emociona y nos abre a otras zonas de pensamiento. Pero la familia sigue, es muy grande y se amplía, y a propósito de eso, recuerdan que cada vez que Simona Boss anuncia la adquisición de una peluca nueva nunca es un ‘Tengo’, sino un ‘¡Tenemos!’, como si todo fuera de todas.
En DRAG CLASH, el drag se abrió paso en sus integrantes como una magia simultánea y colectiva. “Pese a que individualmente cada unx de nosotrxs contaba con las herramientas para iniciarnos en solitario en esa búsqueda, nunca nos animamos sin la presencia de le otre. Fue grupal”, señala Facu, a lo que Juan reflexiona: “Todxs nos hemos podido sentir apoyadxs. Entre nosotrxs hay una familia que produce un apoyo interno muy grande”.
Da alegría saber que en DRAG CLASH no todo es “producción” entendida con la frialdad de un trabajo cualquiera, sino que lo afectivo juega un rol fundamental. Al mismo tiempo, es cierto que el primer eslabón para llegar a esto ha sido, justamente, los contenidos artísticos compartidos por el grupo. A propósito de esto, Bonzo comenta: “Nosotrxs en lo audiovisual vivimos mucho bajo la filosofía de que el producto que podamos llegar a hacer se termina de completar cuando llega a un público, sea cual sea. Si creás algo y te lo guardas, eso no ha cumplido su ciclo. Con el drag pienso que es exactamente igual: si no lo recibe alguien, eso no se completa”.
Totitita y algo más (o la preherstoria de Drag Clash)
Comparar la creación cinematográfica y el drag llevó nuestra conversación rápidamente a Totitita, el corto que realizó el equipo de Bonzo en 2015 con estreno a sala llena, que no me perdí. Y como me encantan las historias detrás de cada historia, me vuelvo todo oídos en este punto. “Siento que esa experiencia de rodaje fue una gran salida de closet para muchxs de nosotrxs, incluso para personas que se asumían como hétero cis en ese momento”, cuenta Facu. Al verlos a Juan y a Bonzo, se nota, todavía más, que no plantea una apreciación individual, sino muy compartida. “Lady Tai surge en el rodaje de Totitita. Guido Guerrero me miraba todo el tiempo mientras lo maquillaban y él se iba metiendo en su personaje, y me decía: ‘usted tiene una carita muy tailandesa’. ‘Señorita Tai’, Señorita Tai me decía. Y yo recibía y absorbía eso”, recuerda Facu.
Pero pasó un tiempo hasta que brotó el deseo: “La primera vez que nos hemos dragueado fue en el 2016, dos años antes, justo nosotros tres”, recuerda Bonzo. “Fue para una fiesta temática que era el 9 de julio, en el Bicentenario. Aprovechamos la ayuda de Juan, que se maquilló él y nos maquilló a nosotros. Nos pusimos lo que habíamos podido reunir. Jamaica Bowie, unx amigx, nos prestó ropa y sobre todo pelucas para poder draguearnos”.
Uff, ¿Bonzo me está hablando de la famosa Fiesta Pepa, edición Bicentenario? ¡Dios mío, qué tiempos! Por nada del mundo me perdía esas fiestas. Tengo el recuerdo borroso de haber estado con un trago en la mano en medio de esa pista, y que, al paso de tres transformistas por nuestro costado. Mi amiga que estaba conmigo me codee para decirme: “son del equipo de Totitita. Esa es Bonzo”. No había forma de hacerme creer algo así, para mí eran otras chicas ellas. “¡Sí!, ¡nos viste montadas por primera vez esa noche!”, me dice Facu, entre risas, volviendo a la entrevista.
¡Viva la pestaña!
Facu va más atrás en el tiempo. Recuerda el primer destello de Lady Tai: “la primera vez que Juan hizo un maquillaje drag lo hizo sobre mi cara. Ese momento fue muy impactante para él y para mí. Tengo la foto por ahí, soy una suerte de muñeca de porcelana pelada (…) La mano de un artista como Juan realmente produce una transformación de las facciones, de la mirada, de todo.” ¿Ustedes leyeron lo mismo que yo? ¿Dos dragas que se engendraron la una a la otra, encarnando cada una, implícitamente, el rol de madre y de hija a la vez y al mismo tiempo, pero siendo hermanas? Ok. Cosas de dragas, no lo entenderían.
Juan cuenta que su profesión lo llevó pensar formas de apoyar a amigas trans: “Algunas quizás no estaban seguras de cómo enfrentarse al mundo, cómo salir a la calle, y me pregunté ¿qué puedo hacer para motivarlas de alguna forma a que puedan sentirse cómodas y seguras? ¡El maquillaje!”. El salto al drag sucedió poco tiempo después: “Por mi trabajo yo venía muy acostumbrado a un tipo de maquillaje. Hacer drag fue abrir el plano y llevarlo todo más allá. Una vez que empezás a experimentar el drag lo llevás a muchos sectores y ahí te das cuenta de que estaba desde antes en muchos lados. Que quizás no lo veías porque, digámoslo, todo es drag”, sostiene.
Sobrevuela una idea en Facu, a juzgar por sus ojos. Por suerte no tarda en tomar la palabra para compartir lo que piensa: “Aunque suela estar muy presente la idea de separación entre el drag como un personaje y la persona como una individualidad, lo interesante es observar cómo ambas cosas se conectan y acompañan entre sí”. Esto me pone a pensar entonces, ¿cómo funciona esta conexión tan particular?, ¿acaso eso nos remontaría al origen de todo? No sé qué espero para abrir ya mismo esa puerta.
Aquí es interesante lo que Juan comenta sobre Debra, dice que “ella está en una búsqueda constante de quién es unx mismx, es como nos pasa a nosotrxs, que estamos buscando quienes somos, ella también. Más allá de que siempre se la vea muy minita, le gusta experimentar con cosas nuevas, dentro suyo tiene ideas de explorar nuevos caminos.”
Sigue Facu “Creo que en Totitita empezó a germinar algo de esta faceta relacionada a mi feminidad y a mi identidad, que sin duda la primera vez que me vi montada ya empezó a moverse. (…) Montándonos pudimos ir descubriendo otras cuestiones que nos atraviesan. Es a partir de DRAG CLASH que todxs hemos empezado a recorrer caminos por nuestra identidad, nuestra expresión de género. A relajarnos un poco más con cuán marica se puede ser, viniendo ya de desbloquear varias salidas del closet, como la primera de soy puto, la segunda de soy draga, y a veces la tercera de soy trans, y se siguen abriendo puertas. DRAG CLASH ha sido algo muy liberador para todxs nosotrxs, y en ese sentido, un punto de no retorno”.
Facu continúa: “Nosotrxs apuntamos a que todxs jueguen con el drag, a que desafíen sus roles de género. El drag tiene la capacidad de hacer sentir hermosa, sensual, deseada a cualquier persona, que además está cumpliendo una fantasía. La idea es poder vivir ese deseo, expresarlo, materializarlo. Así que alentamos el deseo. El deseo es lo que más queremos alentar, el deseo a experimentar: ¡andá dragueate, ponete algo, calzate una peluca, ponete un labial, flashá!”
“Porque una persona que se monta por primera vez no es que tiene por deber salir a hacer un show en un escenario. Primero pasa por mirarse al espejo. Y si hay algo en ese reflejo que te devuelve una sonrisa o que te revuelve por dentro, me parece que ese es el camino. Es por ahí, y te das cuenta al momento de sacarte la peluca y el maquillaje, todo eso se va. Pero hay muchísimo que queda adentro y no se va tan fácilmente”. Esto lo dice Lady Tai, a través de Facu.
Una reverencia (con ojos vidriosos). Bonzo y Juan me miran con una risueña cara de “nada que agregar”. “Como grupo hemos llegado a la conclusión de que nos interesa apuntar a la celebración más que a la controversia”, apunta Bonzo, como una suerte de broche de oro sintetizador que da cuenta de que, por suerte, sobran los motivos por los que no quedarse en silencio, y seguir hablando.
How Deep is your drag?
“Mi hermana, desde el minuto uno que me vio dragueada, quedó revolucionadísima”, cuenta Facu, “porque descubrió que ella también tiene una hermana. Desde entonces, siempre me comparte y regala maquillaje, accesorios, todo. Contar con su apoyo y su validación es algo enorme”.
Si hablar de drag es hablar de transformaciones, revoluciones, de antes y después, ¿qué más tendrán para decir al respecto? “DRAG CLASH nos dio mucha más confianza, en general, para desarrollar otro tipo de trabajos”, cuenta Bonzo, y agrega: “El drag, pienso, te da una suerte de impunidad que no muchas otras cosas te la dan, y una vez que lo hacés lo suficientemente seguido, a esa impunidad la empezás a sentir en otros aspectos de tu vida. Antes del drag reconozco haberme encontrado más pendiente de cómo iba a ser recibido mi trabajo, y esas inseguridades no me permitían ir del todo hacia los lugares a los que quería ir”.
Facu, siguiendo esa línea, suma: “También te vas volviendo bastante resolutivx y pragmáticx para otros trabajos. Por ejemplo, cada vez que nos toca hacer un rodaje de DRAG CLASH a las doce del mediodía, tenemos que empezar a producir desde mucho antes, muy temprano. Es imposible que eso no funcione como un entrenamiento para que cualquier otra cosa que hagamos suceda, sí o sí, de manera mucho más ágil y precisa”.
Me quedan resonando tanto estas declaraciones, que no puedo evitar el ejercicio curioso de preguntarme a mí mismo ¿qué será que me podría llegar a aportar a mí el drag si me animara a explorarlo con mi cuerpo?
“Lo bueno es que el drag nunca es un proceso acabado, cada vez quieres explorar nuevos maquillajes, nuevas estéticas, nuevos vestuarios”, comenta, de manera tentadora, Facu. “A mí hace poco mi pareja me regaló una máquina de coser, y en medio de esa emoción por laburar el diseño, la confección, pude ir pensando en la manera en la que terminamos de construir los conceptos que unx tiene en mente”, concluye.
Momento Lady Tai
De mi infancia me queda el recuerdo de una histórica e incomprensible enemistad entre Santiago del Estero y Tucumán. Con los años pude ver que ese odio no tenía nada que ver con nosotrxs, sino que era más bien “cosa de hombres” (pakis). Y qué bueno seguir comprendiendo esto y todavía más a fondo, a partir del encuentro con una house. Porque a DRAG CLASH la integran santiagueñas y tucumanas.
“Con Bonzo venimos criados en Santiago del Estero, y a diferencia de Tucumán, que tiene mucha mayor movida drag y cuir, en Santiago recién desde hace pocos años se comienza a ver una organización, un movimiento importante. Yo creo que todo eso surge en términos de resistencia. Porque no es casualidad que nosotrxs hayamos empezado a hacer drag en medio del macrismo, en medio de la crisis, en medio de un contexto en el que se incrementaba la violencia. Nosotros en Santiago, en el 2019 en un festival de cine en el que estábamos, nos enteramos de que a una cuadra de ahí se estaba haciendo la primera fiesta provincial drag. El evento fue una locura. Quienes pudimos estar ahí presenciamos el nacimiento de algo ahí que, sin dudas, ha sido muy transformador. Y era inimaginable pensar eso sucediendo diez años atrás, o un par de años atrás”, cuenta Facu.
Al indagarles más concretamente sobre sus opiniones acerca de la escena drag a nivel local, regional, nacional, es Facu quien vuelve a tomar la palabra en nombre del grupo: “Las escenas drag tienen que ver con los espacios que se van conquistando. Es buenísimo haber podido ver cómo Salta le ganó de mano a cualquier provincia a la hora de producir un reality drag televisado, y con una primera temporada tan exitosa. Claramente Juego de Reinas generó un proceso de integración regional que se va a extender en un futuro, como también creo que es el futuro de DRAG CLASH, y el futuro de la escena drag del norte argentino”.
Para Facu, pensar en dicho proceso de integración en el drag, y poder hacerlo con optimismo, no tiene por qué quedar exento de crítica. “Me pasa, con respecto a la elección nacional, que si bien hay muchas dragas representantes de otras provincias, también hay un canon al que se responde en relación con lo estético que tiende a ser repetitivo”, comenta. Y agrega: “Es interesante poder plantear la heterogeneidad y diversidad. Todo drag merece estar en la pantalla, ser celebrado, recibir atención, porque detrás de eso hay un montón de artistas que ponen mucho empeño, tiempo, alma y corazón, y por eso pienso que mientras más escenas y variedades de drag haya, mejor, y es fundamental que así sea”.
En este punto me empiezo a acordar de un hecho que me dejó boquiabierto y pensando que las dragas están dando una lección poderosísima a otras expresiones artísticas. Por momentos parecen realmente funcionar como una red internacional de apoyo. El hecho en cuestión es Pupi Poisson, desde España, compartiendo una story sobre Juego de Reinas. “Muchas de nuestras conquistas también pasan por un lugar de sororidad drag, de cultivar el cariño mutuo, el sentido de comunidad y levantarnos entre todas, porque en definitiva, si nosotras no nos estamos bancando y destacando, es muy difícil que un público lo haga”, declara Facu.
“En Latinoamérica, si bien estamos en un proceso en el que le hije del presidente sea dragqueen no es algo menor. Nuestro país, en vez de una primera dama, tiene una primera draga; eso da una visibilidad sin precedentes a nivel mundial. No hay ningún otro país que tenga un jefe de estado cuyo hijx haga drag, al menos públicamente, porque seguro que hay algunos que lo hacen en privado. Eso es una suerte de caballito de batalla de las dragas en nuestro país. Me parece que queda mucho terreno por conquistar, mientras que ya hay muchísimo conquistado. En el momento en que menos te des cuenta, no te digo que esté la carrera de Licenciatura en Arte Drag en la Facultad, pero sí creo que va a ser mucho menos shockeante que alguien te cuente que también hace drag”, concluye Facu.
Lo que vendrá
“Hemos barajado la idea de apostar a formatos nuevos, está el deseo de una serie de varios capítulos. También continuar con DragClashTV, y con los videoclips de Vanessa. Hay muchas cosas en el tintero dentro de esa diversidad de contenidos”, anuncia Facu.
“A nosotrxs la pandemia nos ha tirado abajo muchísimos planes que teníamos”, recuerda Bonzo, “prácticamente un año entero de eventos y cantidad de cosas, cortos, etcétera, que no se han podido dar. Ahora que la cosa se empieza a abrir un poco, hay intenciones de organizar eventos, también con shows nuestros en vivo. Tenemos previsto el rodaje de un nuevo corto, también. Pero que no te quepa ninguna duda, y te lo adelanto ahora mismo, que para Halloween vamos a estar haciendo algo, presencial, virtual, como sea. Es nuestra fecha y ahí nos van a ver”, promete, tan pero tan cargado de emoción, que siento que Marianna K está ahí, dictándole qué decirme.
Ya puedo fantasear un montón con las futuras producciones de estas dragas hermosas haciendo de las suyas, divirtiéndose, y divirtiéndonos. Aunque mejor no imaginar nada y sorprenderme. No me gustan las sorpresas, pero las que vienen de DRAG CLASH especialmente, me ponen a mí y a cualquiera que se aventure a conocerlas en una espera que no desespera y que solamente alegra.