El gran renacimiento del drag en Argentina está en marcha. Juego de Reinas, nuestro primer reality drag televisado, que anunciamos hace unos meses con mucho entusiasmo, ha llegado a su final de primera temporada. El programa se convirtió en el ritual de todos los viernes por la noche y el comentario de todos los sábados con las maricas amigas. Nos encariñamos con la conducción de Místika, la bichería sabia de la Absurdah, la ternura de la Steffan y los errores de Rubén. Pero sobre todo de las espectacularidades de cada una de las catorce primeras reinas.
Juego de Reinas tiene su origen mucho más allá de sí mismo. Y no estoy hablando de RuPaul’s Drag Race, sino de una tradición regional drag que tiene mucha data. Podría decirse, hablando bien y pronto, que todo esto se desprende del vientre sudado de Elektra Trash, madre de Místika Reech y Absurdah Drag. Elektra Trash ha sido la gran sembradora de dragas, especialmente en el Norte, y nos ha traído estas mil primaveras. Elektra, a su vez, fue abrazada por la comunidad drag local de Tucumán en la década del 2000, que ya tenía sus primeras competencias nacionales. Y a su vez estos espacios fueron herederos de muchos otros del underground del transformismo escénico, la performance y el punk de los ‘80s y ‘90s en Tucumán.
El programa no sólo ha marcado un nuevo renacimiento en la era del drag nacional, sino que ha tenido momentos muy revulsivos. Uno de los más impactantes de toda la temporada lo protagonizó Lady Alutrix como jurada invitada. Con mucha altura y sencillez, ella rebatió los dichos de Costa quien afirmaba que “Argentina no tiene talento drag”. Alutrix le recomendó amablemente que busque mejor, porque “en el Norte hay arte (…) estamos acá y desde mucho antes”. El programa desde el minuto cero ha sido una viva voz ante la constante infravaloración cultural de la Capital con las provincias “del interior”. Es por toda esa tradición que, como dijo recientemente la Dhyzy en su review de Juego de Reinas en The Juzgue Show, “si te gusta el drag, te va a gustar Juego de Reinas”.
Lejos de los grandes presupuestos de las inmensas franquicias internacionales, este show es un suceso inédito, un hito histórico en la televisión del Norte. Es el primer programa regional, íntegramente norteño, que nos ha atrapado y cautivado. Han existido programas locales que han tenido un gran éxito, sí, pero para su público provincial; como regla general los “grandes” programas proyectados para audiencias nacionales solían venir made in Buenos Aires. Juego de Reinas nos permite después de muchos años volver a pensarnos regionalmente como un Norte Cultural. Tenemos un producto de nuestros artistas locales jóvenes para todo el país y visto por personas de todo el mundo.
Soy una gran fanática del drag en todas sus formas y casi podría decir que es mi tema favorito de conversación en los últimos tiempos. Pero en esta oportunidad quiero darle voz a mis maricas queridas, con las que hemos compartido hinchada (?) por este nuevo deporte que es el drag.
Rodrigo Moltoni (Jujuy)
Creo que conecté mucho con Juego de Reinas principalmente porque se estaba haciendo tan cerca y, por supuesto, por tener ahí reinas de Jujuy. En mi provincia hay fiesta drag y todo aquello, pero que de golpe salgan en un reality fue muy fantástico, muy fabuloso. Cuando vi el primer tráiler me encantó ver a Absurdah y a Mestrovic. Quizás en el primer programa no me enganché tanto y me comencé a enganchar más en el segundo, sobre todo con Absurdah, por escucharla y ver con que iba a salir.
El programa me maravilló porque sé lo que cuesta el drag en medio de toda esta crisis económica y también porque sé de dónde vienen algunas de las chicas, hay toda una historia muy fuerte detrás de ellas. El solo hecho de estar, de apostarlo, de ver cómo iban puliéndolo día a día todo desde la unidad, desde lo que había sobre la mesa, me fascinó. Armaron todo un show que se iba perfeccionando capítulo a capítulo. A medida que avanzaba fui viendo con mucha más fuerza el potencial. Incluso hace unos días terminé de ver RPDR Down Under y con una amiga nos dimos cuenta de que Juego de Reinas no tiene nada que envidiarle. Hubo momentos en los que estuvo muy pulido y no deben contar ni con la décima parte de la guita con la que cuentan ese tipo de franquicias.
Uno de los momentos que más me gustaron fue cuando Maconha hizo su salida como San La Muerte, o de golpe Sharina contando lo de la Pachamama. Me gustaron mucho otros looks, Katrina como Sailor Moon hizo que yo le preste más atención, o Maconha como Pink, que se salió de un lugar común y se fue a buscar otros referentes. Del programa me quedaron pegadas frases como “Voy a darlo trolo”, que además usé para uno de los programas de Cuarto Oscuro en el que invité a Maconha, “un espacio seguro para darlo trolo”. Todas esas cosas hicieron que me empezara a gustar más y más. No era solamente mirar hacia afuera sino era mirar hacia la cultura que tenemos aquí ¿no? y eso es muy rico, porque gracias a que está en YouTube se puede ver en un montón de lugares.
Como diseñador también me gustó la marca, me pereció algo muy acertado para el programa. Se despega de lo que traían otros realities, tiene un poquito más de pasión. También se despega bastante de la estética norteña de la que suelen aprovecharse nuestras provincias. En un primer momento pareciera que no, pero al final eso fue muy acertado, pensaron el producto con llegada global. Además, cuando pienso en la marca, no puedo evitar escuchar el tema de Juego de Reinas. Es un combo mágico que invadió nuestras cabezas. El logo, la dinámica de la presentación, la música. Un todo.
En la segunda temporada me gustaría… ¡Ser jurado! Cuak, subido al pony el pvt0. Me gustaría que estuvieran unas chicas de acá que no se animaron a ir al casting. Me gustaría también que mantenga la estructura pero que haya más jurados invitados porque eso estuvo bueno, me gustó mucho. Pero también que los jurados tengan una visión global y particular, no sólo la visión de “vos tenés que hacer tal cosa”, ser un poco más humildes (lo digo porque hubo un jurado invitado en particular que me pareció muy chocante).
Acá en Jujuy se recibió muy bien por parte de la comunidad, aunque otra parte criticó todo. El Gobierno no dio pelota, como dijeron Sharina y Katrina en la última cena. Y medio desaprovechado quizás, porque estamos con las elecciones, entonces todos los partidos abrazan a alguien del arco iris para decir que son inclusivos. Lo que sí estuvo bueno respecto a Sharina y Katrina es que visibilizaron lo que estaba pasando en Jujuy, lo que todos pensamos. Además los chistes que hacían eran muy reales, lo de la “República separatista de Jujuy” fue como tomar la voz del pueblo.
Maximiliano Galiano (Tucumán)
Lo que me acuerdo del primer capítulo, en realidad de la presentación, era de tener el prejuicio de que iba a ser todo muy trash, que no iba a estar bueno. Eso me pasó porque venía de ver otro reality local que tuvo buena intención pero muy poca producción. Pero lo que han hecho en Juego de Reinas ya desde el primer programa me ha sorprendido para bien. Estaba todo bastante organizado, estaba buena la propuesta, bien realizado.
Ya de entrada me gustró mucho el look de la Katrina Raissa, bien old school del drag, muy pulida y trabajada. En el capítulo dos con el Trash Queen ya se fue viendo más o menos quienes eran las dragas más prácticas en sus looks, las más creativas. La Tina Argen, con toda esa sensualidad bien cabaretesca, era más simple su look pero tenía mucha presencia, sabe cómo llevarlo y vendértelo; también el de la Tsunadee Khood, muy extravagante su drag, con mucha experiencia, impresionante su creatividad. Después otras reinas por su carisma, como la Milleniom Khood, que era muy trash y muy divertida, o Sharina Raissa, que al principio no se destacaba mucho por su look pero sí por las opiniones que expresaba y me causaba gracia como los demás decían que era “tremenda, tremenda”, me gustaba eso, tanto que terminó siendo mi preferida.
También la Valent Desoul, la mejor haciendo lipsync. ¡La Maconha Sweet! con su “Yo no transo con tu gordofobia” de entrada fue muy bueno, muy icónico, como su monólogo de la gorda en el Talent Show. La Sissie Moon, que no se destacaba mucho pero era interesante. Obviamente la Carnestolenda, que se ha ganado el corazón de los fans saliendo como cholita, ha sido fan favourite porque era algo bastante distinto a lo que estamos acostumbrados. Ella tiene mucho ángel, aunque igual la Maconha se quedó con el Miss Simpatía con mucha justicia. En el Notidrag ya se ve cómo se impone como Miss Simpatía la Maconha, con una súper personalidad, muy graciosa y muy querible, y la Sharina Raisa también muy graciosa, muy irreverente y sobre todo muy rápida para contestar.
Creo que lo que me gustó del programa no es sólo que muestra el drag del norte, sino que también me hacía un poco volver a las épocas en las que yo salía a los boliches, en el 2008, 2009, 2010. Místika, la conductora, y Absurdah, la jurado, cuando hablaban me hacía recordar mucho a los diálogos que tenían sobre el escenariode Diva! La Bicha con La Mahia, que me hacían morir de risa, esa cosa que tenía el ambiente, que ahora está un poco olvidada. Me gustó mucho recordar la cultura de las maricas, las referencias que hacían a toda la cultura under del drag de ambiente.
La cena del final, cuando las cuatro finalistas cuentan su historia, la Sharina fue muy fuerte. Todo lo que contaron las dragas fue muy fuerte, me sacó una lágrima. Porque contaron lo vulnerables que somos las maricas cuando somos niños. Y me gustó que desde la producción lo han sabido manejar, no lo han censurado, no lo han callado, ni siquiera las denuncias que hicieron sobre el politiqueo, o el ninguneo que han hecho del programa en Jujuy sobre todo.
Al final hubo como tres programas que fueron de relleno, con los juegos y el teléfono, se ha alargado mucho eso. Creo que era para hacer tiempo para la final en el teatro, que sí estuvo buena. Pero con lo del voto web no me terminó de gustar porque no era en vivo, entonces hacía que eso que era la batalla final no cuente, no importe, dé igual. Si hubiera sido por lo que hicieron en el escenario, Katrina con toda seguridad perdía la corona. Confío mucho igual en la temporada dos, me gustaría que la final no dependa solamente de voto de la gente sino del show final que den las dragas, también que eduquen un poco más sobre la cultura drag local, la historia LGBT del norte del país, como también tener otras dragas icónicas invitadas o segmentos dedicados a leyendas del drag o figuras locales.
Fabricio Jiménez Osorio (Santiago del Estero / Tucumán)
Lo primero que me pasó con el programa fue alegrarme que la tonada norteña no estuviera censurada. Me ha gustado porque no se buscaba ser otra cosa, ni hablar aporteñadamente, ni en neutro, ni correctamente. Pese a que muchos chicos son bastante tímidos, no había una vergüenza de eso. Me ha gustado que esté esta cosa norteña, esta forma de hablar, de relacionarse. Todo eso que pasa en el mundo del boliche estaba ahí presente. Me dio mucha alegría encontrarme con eso.
Me gustó que hayan tenido en el casting diferentes tradiciones drag, a pesar de que en el primer programa se dijeron cosas como “eso es una draga hecha y derecha”. Hubo dragas muy variadas, como la Maconha que es muy política, destaca por su mensaje. O Kira, que tiene una estética de corso, y se armó polémica con comentarios que decían que eso tiene nada que ver con el drag, pero de gente que ignoraba el transformismo en los corsos. O también ver la tradición de Caviar por una chicana de Rubén a Tina Argen; mucha gente no sabía del grupo Caviar dentro de la historia del transformismo en Argentina se terminaron enterando. Después también está el famoso drag de Gran Canaria en la estética de algunos trajes y la forma de los shows; aunque no sé qué fue primero si el huevo drag norteño o la Gran Canaria.
Entre los momentos más significativos, lo primero que pienso es en la Carnestolenda tocando con su papá, el Pampa Torres. Lo más esperable siempre es que una madre te apoye, pero que un padre te apoye, eso sí que es difícil de imaginarse a la primera aquí en el Norte. Sobre todo cuando es un referente del folklore. Eso fue hermoso, un acto de amor. Tampoco es que hay que aplaudirle tanto a un padre que apoya a su hijo pvt0, como a cualquier tipo que lava los platos, pero bueno, es este mundo en el que estamos, me parece una bomba en este momento en este 2021, capaz que de acá a 5 o 10 años ya no me parece un gran momento. Además otra cosa interesante es que estaban tocando y cantando tango, cosa que también es extraña, porque tenemos asociada a la draga a otra música, al pop, a la música disco, a la electrónica.
Otro gran momento fue el de la Sharina Raissa contando un poco de su historia, eso movilizó mucho, fue un momento que hizo llorar a mucha gente, pero a la vez he podido leer en las redes que hay muchos chicos que han vivido situaciones similares y de alguna manera escuchando eso se sintieron menos solos.
Hubo otros momentos muy buenos en esta primer temporada de Juego de Reinas, bien bizarros pero geniales. La Sissie Moon tocando la quena, por ejemplo, me pareció genial, icónico. Creo que está un poco avergonzada de eso, pero a mí me parece un gran momento, debería apropiárselo. O la Milleniom Khood en el repechaje, que ha sido espectacular, ¡Por qué no tuvo más cámara esa draga! Quedaron también un montón de frases como las de Lola Vajes que ya son como marca “Peluca plana. Y si está plana que por lo menos esté bien planchada”, “entrepierna de muñeca”, o la Valent Desuol diciendo “¿Por qué me la traen la Milleniom si yo la había votado para que se vaya?”, “¡Se ve que están todas calentitas!” o “Sigo aquí, no me fui”.
Otra que es medio calladita pero te la manda a guardar es la Sissie Moon, como cuando dijo que “Para evalua’ hay que ser drag, mi amor” y nadie se lo esperaba. Después otras del jurado, a la Absurdah le encantaría que su “4” sea como una frase, pero el público no apoya eso; o la Steffan, que tiene un montón de frases de lugares comunes como “Ahora se están tomando en serio el juego” que las dice tanto que ya es gracioso y la terminás queriendo; o las palabras mal dichas de Gustavo Rubén “estuvo muy bien el ofit (SIC)” o “Karina Raiser” y otros errores. “Hemorragia de placer” es una también de la Místika que la usó en los primeros programas y en algunas entrevistas pero después la dejó ahí en el camino.
De los looks que más me han gustado… creo que los más desastrosos. El peor look de todos, y por lo tanto también icónico, es el de la Maconha con las cañas haciendo del signo de Leo. Uno de los que más me ha gustado a mí dentro de toda la temporada es el de Tsunadee, el de los precintos, me parece muy hermoso ese look; sus looks son los que más me han gustado pese a que ella no me gusta. La Tina Argen haciendo de Marilyn Monroe también estuvo impecable, pero la verdad que no es lo que más me interesa. Creo que me parecen más interesantes las cosas bizarras, como ese peinado que se había hecho la Místika que era como si hubiera llegado al programa andado en moto, toda despeinada, tipo leona.
En esta primera temporada hubo canto, baile, desfile, costura, maquillaje, actuación, improvisación, muy de todo. Me gustaría que en una segunda temporada pueda mostrar como en cada una de esas cosas pueden mejorar a través de diferentes invitades que las aconsejen; no porteños que vengan a iluminar, como se hace siempre, sino algo más general, de otras provincias. Por ejemplo, que la Elektra Trash les enseñe maquillaje, o Salustiano Zavalía algo de improvisación o canto y cosas así. Pero que sean procesos que se puedan ver, que todo eso esté al aire.
Porque por ejemplo si las seguís en las redes a las reinas te das cuenta de que por detrás de cámara la Steffan Mestrovic las ayuda a las chicas cariñosamente, como una tía, o que la Absurdah las está aconsejando, les recomienda cosas, como hacerse bien la silueta o ponerse un padding en las caderas, por ejemplo. Eso se puede explotar, puede ser parte del show, y que no sólo sean jurades les invitades sino formadores.
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