Gabriel Iturri
(1860-1905)
Cosmopolita y oriundo de Yerba Buena. Como alumno del Colegio Nacional participaba de las obras de teatro siempre interpretando a mujeres, lo que encolerizaba a su profesor Paul Groussac (quien lo recuerda en sus memorias con desdén, pero sobre todo con envidia). Apenas instalado el ferricarril, comenzará su exilio: Buenos Aires, Lisboa, París. En Francia conocerá al conde Robert de Montesquiou, quien lo acompañará hasta el fin. Será amigo de Marcel Proust, inspiración de Huysmans y Verlaine lo recordará en un dulce soneto. Muerto por la diabetes, se convierte en leyenda.
Juan José Hernández
(1931-2007)
Poeta, narrador, traductor y periodista. Emprendió su exilio hacia Buenos Aires a mediados del siglo pasado e inició su tarea literaria. Se vinculó con el círculo de la Revista Sur siendo pareja de José “Pepe” Bianco, y fue amigo de personalidades de la talla de Silvina Ocampo y Alejandra Pizarnik. Fue uno de los fundadores del Frente de Liberación Homosexual (FLH), cuya participación como constructor de lazos fue destacada por Héctor Anabitarte. Además, ganó la Beca Guggenheim y tradujo a Verlaine, Cassou y Tennesse Willams. Hacia el final de su vida compiló gran parte de sus escritos en Adriana Hidalgo Editora.
Víctor García
(1934-1982)
Teatrera. A los 17 años fundó junto a Julio Ardiles Gray el Teatro Estable de la Peña El Cardón. Se exilió de Tucumán en 1957 y permaneció en Buenos Aires algunos años, donde dio inicio a su carrera teatral. Más tarde, en 1961, comenzaría su travesía cosmopolita pisando tierra en Rio de Janeiro y la continuaría por una soñada Europa: Francia (en donde fue acogido por Elvira Orphée y su marido), Portugal, España, Londres, y luego Tel Aviv. Llevó a escena a sus amadísimas maricas Federico García Lorca y Jean Genet. Murió en París en 1982.
Rodo Bulacio
(1970-1997)
Hizo pinturas, grabados, instalaciones, dibujos y performances. Formó con Rolo Juárez la pareja performática “Flora y Fauna”. Fue uno de los fundadores del grupo Tenor Grasso. En 1995 protagonizó con Sergio Gatica “Mucha karakatanga en la coctelera”, en donde performó su casamiento vestido de novia, fotografiándose en el reloj del Parque 9 de Julio y atravesando todo el centro en una caravana de autos, para concluir en el viejo local de La Zona (Laprida al 200) donde cortó la torta que le hizo su propia madre. Su asesinato en 1997 conmovió a todo el mundo. En 2005, el Museo Timoteo Navarro inauguró una sala con su nombre.
Guillermo Storni
(1942-1995)
Artista plástico. Perteneció a la generación de artistas tucumanos de la década del ’60 y ’70, desarrollando su obra entre dictaduras. A partir de 1957 cursó sus estudios en la Escuela de Artes y en Departamento de Artes de la UNT. Vivió su destierro en Suecia desde fines de 1977. Fue un plástico rebelde y contestatario: sus obras están inundadas de estéticas transgresoras del género y la heterosexualidad obligatoria, y de fuerte impronta autobiográfica. Murió en Stocolmo, Suecia, por complicaciones relacionadas con el sida.
Osvaldo Fasolo
(1937-2010)
Como escritor, fue autor de la novela “El Ángel” (en el que un joven bisexual es criado por una familia de prostitutas tucumanas), y del libro “Ajuste de cuentos“, ambos editados por la UNT. Además escribió un trabajo sobre Miguel Lillo[1] titulado “El saber que ocupa lugar”. Condujo “Perdidos en el Paraíso”, que se transmitió durante más de seis años por Radio Universidad, y trabajó como columnista de cine para La Gaceta. Luego de fallecer, tomó su nombre la sala de usos múltiples (SUM) del Centro Cultural Virla.
[1] Continuamos debatiendo sobre la santidad de la beata Miguel Lillo, así que por ahora no tiene estampita en nuestras páginas.