El viajero, de Juan José Hernández
Un amor que no puede decir su nombre. La asfixia de la siesta, el olor del canal, la molestia de las moscas, la textura de un pecho velloso: esa será la génesis de este un viajero
Un amor que no puede decir su nombre. La asfixia de la siesta, el olor del canal, la molestia de las moscas, la textura de un pecho velloso: esa será la génesis de este un viajero
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