Nota originalmente publicada en APA! Prensa
Hornos es el primer número de la Colección Entrevistas, publicado por Gato Gordo Ediciones. En él, Ana Hynes, creadora del personaje Elba Surita, la Torta Coach, relata su vida como mujer lesbiana tucumana, apostando a la visibilidad lésbica y a la “salida del horno”.
El nombre de la editorial Gato Gordo Ediciones representa un homenaje a un cuento de Cecilia Pavón, “Discos Gato Gordo (o una nube con forma y color de moretón)”. Sin embargo, basta con observar la foto de perfil de su fan page de Facebook, para empezar a entender de qué se trata el proyecto de Fabricio Jiménez Osorio y Patricio Dezalot. Sobre un fondo estrellado, un gato, con pancita interesante, rodeado por anillos saturnianos, parece estar bailando y generando con sus movimientos un torbellino. Acostumbrados a imágenes y logos de editoriales llenos de grises y líneas racionales, este Gato Gordo, además de simpático, resulta indeleble. Hasta entrañable. Pero sobre todo parece estar invitándonos a compartir con él, a liberarnos de todo lo que nos ciñe, a reírnos, a escribir, a ser simplemente nosotros, tal cual somos.
Esto queda confirmado al conocer a sus coeditores. Fabricio y Patricio son dos jóvenes escritores tucumanos con muchas ganas de generar espacios para nuevas voces de diferentes ámbitos a los acostumbrados por la elite literaria. Desde febrero de este año empezaron “con una impresora y una resma nada más, y muchas ganas de editar” cuenta Fabricio, y en poco tiempo, la editorial llegó a publicar títulos como “Antología Desencadenada”, poesías y relatos breves de los Escritores en Marcha en homenaje a los obreros desaparecidos del Ingenio San Juan en 1976; y obras narrativas como “Balcones”, “Estatura Promedio” y la colección “Entrevistas”, cuya primera entrega, “Hornos”, está centrada en la vida de Ana Hynes, actriz y creadora del personaje Elba Surita, la Torta Couch.
Este libro, presentado el pasado 27 de junio en la última noche del pub La Panadería, está basado en una entrevista a Ana, llevada a cabo por Ruth Isa, integrante del Colectivo LGTBIQP en Lucha como también lo son Patricio y Fabricio. Sin embargo, la voz de Ruth sólo aparece en el prólogo. Para el resto del libro, Ana toma el timón para conducirnos a lo largo de su vida como mujer, como lesbiana, como actriz, como hija, como sobrina, como Elba Surita.
Patricio, el director de la colección, explica que la entrevista es parte de un archivo destinado a reconstruir la historia de la comunidad LGTBIQP a partir del testimonio de personas como Ana, sobre el que viene trabajando el Colectivo desde hace un par de años. Después de varias entrevistas concretadas, el archivo les fue pidiendo nuevos ojos, un lugar donde poder difundir estas “respuestas de rebeldía cotidiana”, como señala Patricio, para “poder ir dando herramientas para que los más chiquitos que por ahí la pasan mal puedan asumirse o vivir con menos drama”. Editar la entrevista con Ana les llevó dos meses, relata Fabricio, “tratando de hacerlo al libro fluido y divertido, y ha salido un poco literario sin querer. Pero como dice Pato, priorizando por sobre todo la voz de ella”.
Hornos
El libro tiene un tamaño y un estilo que lo acerca a un fanzine; por esta razón, asombra que en 36 páginas Ana pueda recorrer toda su vida sin saltar etapas. Ella cuenta, con una honestidad que desarma, la confusión y el temor de intuirse lesbiana desde chiquita y su posterior paso por una adolescencia que lo confirmaría, el coming of age de la salida del closet, el feliz alivio de encontrar una vocación y crear algo nuevo, algo muy suyo como Elba Surita. Lo curioso es que el relato nunca llega a ser denso o “pesado”, sino que fluye fácilmente gracias al humor de Ana que se cuela cuando uno menos lo espera, facilitado por el trabajo de sus coeditores.
Para Ana, “es un placer” encontrar un lugar donde contar su historia “porque de pronto a este libro lo está leyendo mi sobrina que tiene 12, mi mamá que tiene 68, alguna tía que tiene 54”.
Elba Surita, La Torta Couch
Probablemente muchos acudan al libro luego de haber disfrutado del personaje de Elba Surita en la radio, en la conducción de los partidos del Roller Derby, o en su celebrada participación en la Marcha del Orgullo de noviembre del año pasado.
Esa tarde, Elba se ganó el corazón de mucha gente con apenas un megáfono y decenas de arengas desopilantes, y Ana, además de alegría y satisfacción por el impacto de su trabajo, se llevó una preocupación un tanto hilarante: “(Haber creado a Elba) me pone en una situación complicada profesionalmente en el sentido de que no se si puedo llegar a construir otro personaje que la supere. Es como le pasó a Linda Blair en ‘El Exorcista’; es una actriz que no puede hacer otro personaje porque te evoca al exorcista y se la comió el personaje a la actriz”. Es tal el cariño de la gente hacia Elba que, en la calle, a Ana ya no la llaman por su nombre; se refieren a ella como la Torta Couch.
¿Quién es la Torta Couch? Para quienes no se la cruzaron en la radio o en Facebook o en el teatro, Elba Surita es, en palabras de Ana, “un tortón” de 40 años, de la generación de Sandra y Celeste, como menciona en el libro. Ella “couchea” a “las chicas que están ahí como bollo tímido que no quiere salir del horno, o categoría pionono que no llega a torta, o bollo dulce le falta huevo para ser torta”.
La importancia de ser visibles
Ana, a través de Elba, trabaja sobre una problemática social acechada por la negligencia institucional. El diálogo, a través del humor, es una herramienta invaluable para espantar los miedos que aquejan a los jóvenes LGTBIQP. No es casualidad que muchas chicas se acerquen a Ana para agradecerle por hacerlas reír y sentirse menos solas en sus experiencias. De hecho, apenas el libro empezó a circular, las repercusiones no tardaron en llegar. Una chica de 19 años le escribió contándole cuan identificada se sentía con sus palabras y lo bien que le hizo leerla. “Te dicen esas cosas; que sea tan chiquita, de diecinueve añitos, y se esté planteando dramas y problemas, no poder dormir, estar intranquila consigo misma… Entonces, de pronto, una veta literaria que llegue y trascienda eso, es genial”.
Ana escucha muchas historias particulares, pero todas las chicas que se acercan le piden una cosa: “Tenés que seguir haciendo esto”.
Sin embargo, a pesar del extenso apoyo hacia el libro, que incluye la “bendición” de Susy Shock, que ya pidió su ejemplar, las situaciones de abandono, agresividad y homo-lesbo-transfobia abundan en nuestra sociedad, y en particular, en Tucumán. “Para mí hay una ilusión de que está todo bien. Están las cosas mejor, adentro de las cuatro avenidas, pero en el interior es bastante más difícil”, sostiene Patricio, y luego explica que “hay muchas acciones violentas que te van taladrando, que por ahí no te das cuenta y tu cabeza va reaccionando a eso. ¿Por qué uno cuando es chico tiene miedo a que le digan puto? ¿Cuándo lo ha aprendido? ¿Cómo? Y el después, cuando sos más grande, con la famosa salida del closet, que por ahí no es un momento, sino que lo hacés todo el tiempo”.
Justamente, el primer número de la colección, desde su título “Hornos”, apunta a lo importante que es la visibilidad lésbica, la cual va de la mano con la salida del closet, “del horno”. Ambas representan una liberación de los miedos aprendidos en la casa y en la calle, e implican, aún hoy, un acto de valentía, porque la hostilidad está impregnada en lo cotidiano.
Por su parte, desde Gato Gordo Ediciones, Fabricio y Patricio continuarán apostando hacia la visibilidad LGTBIQP con la próxima entrega de la colección, centrada en el testimonio de la drag queen Elektra Trash.
Ana también hará su aporte la próxima semana en el festival de arte emergente Pulsudo, interpretando una vez más a Elba Surita. Allí invitará, como lo hace siempre, a cada lesbiana presente “a que se quiera y que la quiera a la otra lesbiana. Que contribuya a la ‘salida del horno’ de cualquiera que necesita un empujoncito”.
Actualmente podés encontrar Hornos: Entrevista a Ana Hynes y muchos otros libros en nuestra MiniBiblioteca