Esta primera antología -que fue pensada originalmente para su publicación en Toukouman Blog de La Gaceta- no busca ser exhaustiva ni puede serlo. Sabemos que muchas otras historias han quedado a la espera. El motivo es que nuestra selección no es sólo literaria: a través de este pequeño libro queremos comenzar a pensar qué se ha dicho y qué se dice hoy sobre la homosexualidad en nuestras historias.
La literatura ha servido siempre como un arte útil para los gays. Es decir, lo que para algunos era “indecencia” y “pornografía” en los textos de Jean Genet, Jean Cocteau, André Gide, Marcel Proust u Oscar Wilde, para otros era la única forma de habitar en el mundo: vivir a través de esas historias. Pero aquellos tiempos hoy se ven muy lejanos. Las nuevas formas de comunicarnos y el desarrollo de una cultura gay en Tucumán (generada por los boliches, los cogederos, los cibers, los grupos de amigos, las fiestas privadas, las agrupaciones, etc. y favorecida por la oleada migratoria de estudiantes) han comenzado a habilitar formas de existencia desplazando de algún modo -aunque no totalmente- a la literatura. Es así que nuestra selección sin ser cronológica mantiene una cronología “impactada” por una lógica política presente en los movimientos sociales de hoy: de la vergüenza al orgullo. Es decir, los textos que seleccionamos retratan diferentes formas de vivir la homosexualidad en la provincia.
Las dos primeras historias nos muestran una homosexualidad de placar, vivida en la esfera de lo privado. En el primer texto, “El viajero”, de Juan José Hernández, un joven que vive atormentado por la injuria -sin ser consciente, quizás, de su homosexualidad- planea y emprende su exilio. Luego, Osvaldo Fasolo en “El Milagro” describe brevemente el fugaz encuentro -a puertas cerradas- del artista Joaquín Bustos con el Ángel tan esperado. Las dos últimas historias revelan, quizás, lo opuesto: vidas gays ya transitadas e inscritas en el espacio público. En “Mi caja vacía”, de Fabricio Jiménez Osorio, un crimen de odio es denunciado a partir de un caso real y en primera persona. Y en el último texto, “Un enorme corazón”, de Patricio Dezalot, una periodista nos informa sobre una fantástica revancha que estremecerá al mundo.
Entremedio de ambas partes utilizamos un “texto bisagra”. Este es Capítulo 8 de Visita, francesa y completo, de Eduardo Perrone, que bien podrán observar no presenta una historia gay. Sin embargo, hemos considerado que la “toma de la palabra” (o el ejercicio del derecho a réplica) es más sublime aquí que en los textos de sus contemporáneos. Primero, el desfile de carnaval de las prostitutas tucumanas por la calle hará temblar “la moral y las buenas costumbres” de sus clientes que pasean de domingo con sus esposas, y luego serán dos delincuentes quienes, entre copas, devolverán al resto de la provincia el dedo acusador con el que se los apuntala.
Quienes han sido reservadxs a la oscuridad de la noche no pueden ser iluminadxs sin dejar al descubierto, junto con ellxs, aquel profundo lado oscuro de nuestra sociedad y su hipocresía. Esperamos que nuestrxs lectorxs puedan disfrutar de este especial y agradecemos a quienes hicieron posible la publicación de estos textos.
Agradecemos también a Monseñor Aguer por facilitarnos el título para nuestro especial. Cometeremos en su nombre prácticas animaloides para celebrarlo.